martes, 4 de diciembre de 2012

La Felicidad En Pareja







La pareja es todo un arte en tanto que mantener el equilibrio de una historia que requiere del trabajo de dos personas no es nada sencillo. ¿Cuál es el secreto de una pareja feliz? Te animo a descubrirlo a través del siguiente decálogo de un amor estable. En primer lugar, una pareja feliz es aquella en la que existe comunicación y confianza. En el momento en que tienes miedo de mostrarte tal y como eres, no te atreves decirle lo que piensas al otro, entonces, algo está fallando. Es decir, este rasgo es más propio de un amor aparente y artificial que verdadero.

Por otro lado, el amor no entiende de conformismo. No puedes estancarte por el simple hecho de que ya has conquistado a la otra persona. La seducción es un proceso constante y más en un tiempo en el que el divorcio es una realidad social. Es decir, hoy día, mantener un matrimonio para toda la vida es un verdadero trabajo de equipo.

Respeta el espacio de tu pareja. Estar juntos no significa que tengáis que ser como dos gotas de agua e ir pegados a todos los sitios. Al revés, es sano y estable que cada persona pueda tener sus relaciones sociales, sus amistades, su independencia y autonomía. Existen parejas que tienen una relación totalmente asfixiante.


Es esencial respetar a la familia del otro. No criticar a su madre, aunque sea tu suegra, porque eso puede herir al otro. Además, no se debe crear un conflicto innecesario en la familia.

Ten confianza en tu pareja y en su fortaleza. Por tanto, no quieras resolver sus problemas ya que ella puede hacerlo. Tiene inteligencia, voluntad y fuerza emocional necesaria para vivir. En caso de que llegues a sobreproteger a tu pareja al máximo entonces, sentirá que no puede sobrevivir en tu ausencia.

Ten muestras de cariño con el otro, es decir, cuida los pequeños detalles del día a día. Sé romántico, por ejemplo, puedes escribir cartas de amor, dejar notas bonitas en cualquier lugar de la casa, llevarle el desayuno a la cama en el domingo.

En la medida en que eres más feliz también tu pareja se siente mejor a tu lado. En cambio, cuando estás triste, el otro tiene dificultades para sentirse bien a tu lado.


Céntrate en las virtudes de tu pareja y olvídate de sus defectos. Así también, le querrás mucho más. Aprende a canalizar la ira y no acumules rencor sobre tu espalda
 

          La felicidad en el matrimonio

La felicidad. La adquisición de virtudes en el matrimonio lleva a encontrar la felicidad propia buscando la felicidad del otro. La felicidad no se consigue empeñándose en ser feliz, sino procurando que lo sean los demás. La felicidad no es un derecho, ni dentro ni fuera del matrimonio. La felicidad es el resultado de una vida de entrega a los demás; por eso se puede ser feliz aunque se sufra.  Dedicar a lo largo del día parte del tiempo a pensar en cosas pequeñas que puedan mejorar la relación con el cónyuge supone estar “trabajando” el matrimonio. Buscar minutos para estar a solas con él/ella es “trabajar” el matrimonio. Impedir que otro/a ocupe en la cabeza el lugar que sólo le corresponde a él/ella, es un compromiso libremente adquirido al casarse,  es “trabajar” el matrimonio; estar pendiente de detalles para hacer más feliz al otro es “trabajar” el matrimonio.  Tener el convencimiento de que el matrimonio se hace día a día, que la ceremonia de la boda sólo fue el principio y que, como decía Machado “¡Caminante no hay camino; se hace camino al andar!” es “trabajar” el matrimonio.  No solo basta con ser esposo, sino estar como esposo, es decir, portarse como tal, porque como escuché la semana pasada: El que “es” debe estar, porque sino, corre el riesgo de que “esté” el que no “es”.
                                         La felicidad  entre las amistades



Construyamos nuestra felicidad. Contribuyamos a que los demás sean felices. Encontremos el sentido de nuestra vida, más allá de lo temporal y contingente. Busquemos a Dios...
Si preguntamos a cualquier persona sobre su deseo de felicidad salvo problemas patológicos que afecten su razón, nos responderá seguramente que aspira a ser feliz en esta vida terrena. Aunque no sepa definir qué es la felicidad y cómo hallarla, parece que en el alma humana está impreso profundamente este anhelo.
La felicidad es además un tema estrictamente personal. La sociedad puede ayudar o no en alcanzar este objetivo, y en ciertas sociedades es más probable ser feliz que en otras, pero finalmente es feliz cada persona en sí misma, no cada sociedad en su conjunto.
¿Qué se entiende por felicidad?  No hay respuestas fáciles... suele confundirse con la sensación de bienestar, placer, incluso con la alegría. Siendo el logro de la felicidad difícil de definir, y en esta vida incierto y nunca a plenitud, sin embargo el hombre no cesa de buscarla.
El Cardenal Paúl Parda, dirigió la publicación "Felicidad y Fe Cristiana" presentada por el Consejo Pontificio para el Diálogo con los no Creyentes. Como parte de esta publicación se presentó el estudio realizado en Norteamérica que entrevistó a más de un centenar de personas que se descubrían felices, con la esperanza de encontrar un denominador común y una pista que los condujera a hallar dónde puede encontrarse esta condición.
Descubrieron que la felicidad no tenía que ver con el nivel de ingresos económicos ni tampoco con el grado de instrucción de las personas. Cubierto un umbral mínimo de pobreza, no "incrementa" la felicidad el hecho de pasar de ganar unos cuantos soles a millones de dólares mensuales. Así mismo, encontraron que una persona con educación formal completa y grados académicos avanzados tales como maestrías o doctorados, no es necesariamente más feliz que los demás.
Sorprendente mente, encontraron una relativa correlación entre la gente que se consideraba feliz y que vivía en ciudades pequeñas, pero sólo en un 70% de los entrevistados. Tratando de hallar una clave interpretativa, los investigadores se vieron obligados a acuñar una palabra para describir lo que habían encontrado entre la gente feliz.   y en consecuencia tenían una actitud muy generosa con respecto a los demás expresada en la capacidad de compartir su tiempo y su dinero, entre otras cosas. Julián Marías y Víctor Franklin  entre otros pensadores, encuentran también inseparable la felicidad con el hecho de haber encontrado el sentido de la vida, es decir el descubrimiento de una razón de ser y de vivir, de una misión que cumplir.
Este sentido de la vida suele estar asociado con una intensa vivencia religiosa que nutre constantemente la vida cotidiana, que va formando una actitud solidaria y fraterna con nuestro prójimo, y que impide la ligereza de espíritu. En este marco va creciendo la experiencia virtuosa de la vivencia de la amistad como un impulso fundamental en el que hacerse y ser amigos es un estado de enriquecimiento humano. Como señala Tullo Goffi,la amistad ofrece la posibilidad de encontrarse con el otro con la conciencia de ser acogido honradamente como se es, de ser apreciado a pesar de las propias asperezas, de saber que se encontrará siempre un rostro alegre, de sentirse partícipe de un coloquio empapado de mutua confianza, de saberse integrado en una responsabilidad compartida, de estar inserto en una gozosa creatividad, de verse favorecido por un continuo impulso hacia la promoción personal, de estar injertado en una existencia que se abre en incesantes y hermosas experiencias de amistad.
Y, por supuesto, la amistad conlleva responsabilidad. Responsable es aquel que debe "responder por", quien puede dar razón de algo, quien da cuenta de algo que le estaba encargado. Por ello, en los que somos educadores, así como en los padres, cuando descubrimos lo que vale una persona, en ese momento nos comprometemos. Nuestra vida no puede volver a ser la misma cuando entendemos lo que ello entraña.
La Felicidad en la familia                         



Que la familia sea un lugar privilegiado de felicidad no es menos verdad que pueda ser también un infierno de inconmensurable sufrimiento. Usted, que ya decidió ser una persona feliz, es miembro de una familia, vive en familia, grande o pequeña, eso es lo de menos. Quizá comience usted a pensar que yo le voy a decir que haga feliz su convivencia familiar aunque sus familiares sean perversos, viciosos, abusadores, delincuentes. Pues, sí, eso es lo que le voy a decir, nada menos. Pero me voy a referir, por ahora, a las familias normales. Usted creció en una familia, ha tenido papá y mamá, abuelos, tíos, quizá también hermanos y hermanas. Nosotros fuimos cuatro varones y una hembra, la más pequeña. Ahora, cuando yo escribía estaba lloviendo, al pensar en ella, en mi hermana, ha dejado de llover, ha salido el sol. ¡Una hermana!. Tener una hermana es algo muy hermoso, muy feliz, sobre todo si es la más pequeña. Si es la mayor, ¡oh, entonces ha podido ser nuestra segunda madre! Cuando recuerdo la ternura de mi abuela materna, la única que conocí, entonces llueve otra vez, llueven torrentes de felicidad. se encuentra cada mañana con los familiares y les ofrece su mejor sonrisa, su afecto, su alegría. ¿Qué sucederá? Pueden suceder muchas cosas en principio, que le tengan por tonto, que no le presten la menor atención, que comiencen a utilizarlo, ya que usted es complaciente y miles de cosas parecidas. Como usted es inteligente y desarrolla una poderosa personalidad, con los días usted va ganando aprecio, afecto, y mucho interés en los demás por usted. Durante el día usted no pierde su serenidad, su cara risueña es la misma siempre. Cuando surge un altercado, todos los días surgen, usted mantiene su paz, su serenidad, resta importancia a las cosas y contagia a los demás con su bienestar. Usted comienza a ser el bueno, o la buena, de la familia, le piden consejos, que usted no da sino muy medidamente. No critica los comportamientos de sus familiares, parta usted todo el mundo es santo. Usted comienza a sentirse cómodo con su familia, y ellos, no lo dude, cómodos con usted. Pero si se vuelve crítico, moralista, censor, todo se habrá perdido.
¿Pero yo puedo ayudar a mi familia, también moralmente, o no? La respuesta correcta es que sólo puede hacerlo de una manera, de una sola manera, y es con su ejemplo y su máximo respeto por las decisiones de los otros. No, usted no es la conciencia de nadie más que de sí mismo. Nadie necesita sus críticas, sino su comprensión, nadie desea que usted lo regañe, sino que lo apoye. Si lo sabe hacer, si logra que los otros parientes cercanos o menos allegados, vean en usted una persona feliz, absolutamente respetuosa de las posiciones de ellos, es muy posible que terminen eligiéndolo como alguien de quien se puede aprender y a quien se pueda imitar.
De lo que no cabe ninguna duda es de que usted es feliz en el seno de su familia. Recuerde, usted no es el juez de su familia, sino el amante de ella. Tiene que lograr la capacidad de ser feliz con cualquier decisión que tome un familiar suyo, por más horrenda que pueda ser. Bueno, para ese entonces ya usted es casi como Dios.   
Por infinitas y complicadas razones, cada vez más enredadas, la familia ha ido dejando de ser un lugar de felicidad. Los esposos no saben hacerse felices, los padres tampoco generan relaciones felices con sus hijos, ni los hermanos entre sí. En el hogar donde sucede que sí, que saben todos hacerse felices, allí no se gasta luz eléctrica, la alegría familiar ilumina la vivienda. Cada día existen menos hogares así, con el correspondiente aumento de la cuenta de la corriente. Quiero suponer que existen familias, quizá todavía muchas, en que la convivencia es soportable para todos o casi todos. Usted vive en una familia de estas. Ahora supongo que usted es una persona joven, que ha logrado alcanzar un grado de crecimiento espiritual que le permite tener paz, alegría y amor, y le pregunto si se interesa por hacer felices a los familiares que viven con usted. Quizá sea verdad que los mayores, usted no es de ellos, no necesitan, o creen no necesitar, consejos de los más jóvenes. ¿Podrá hacer algo?
Imagine que usted.    

miércoles, 28 de noviembre de 2012

                                                   LA FELICIDAD
Asi como dice el tema LA FELICIDAD  hablaremos sobre los distintos tipos de felicidad que se muestran en la vida que conllevamos dia a dia existen muchos tipos de felicidad  pero el que se conoce mas el la felicidad emocional es aquella que expresamos con nuestros sentimientos nuestras expresiones lo que sentimos depende el estado de animo de las personas y pues eso depende de que tipo de persona sea asi como Emos, Darketos, Skaters, Moxos o rancheros y ese tipo de gente que le gusta la banda y tambien  los corridos tienen distintos tipos de sentimientos  y pues eso es un poco de lo que hablaremos en este blogger.


Cesar de Jesus Martinez Guerra
Hector Manuel Villalba Rosales
Ricardo de Jesus Fierro Guevara
Graciela Isabel Osuna Anaya